immunity kids

Al ser una fórmula líquida es más susceptible al crecimiento de microorganismos como bacterias, levaduras y mohos. Por ello es imprescindible añadir conservantes seguros y de calidad, que protegen el producto, garantizan su seguridad y mantienen su vida útil sin necesidad de azúcares ni refrigeración. Hemos elegido sorbato potásico y benzoato sódico en dosis mínimas, aprobadas y seguras, que evitan contaminaciones y permiten una fórmula sin azúcar, estable y apta para niños. Sin ellos, el jarabe tendría una vida útil muy corta y sería menos seguro.

La fórmula ha sido desarrollada pensando en el paladar infantil. Para hacerlo más apetecible sin comprometer su perfil nutricional, hemos optado por glicerina vegetal , inulina (fibra prebiótica), Stevia y aroma de limón, que aportan un dulzor natural sin necesidad de azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales. Esto significa que los niños lo aceptan con mayor facilidad, sin los efectos negativos del azúcar en la salud dental o el metabolismo.

Sí, pero para mantener la eficacia y preservar la calidad de todos los ingredientes, añádelo siempre al final, cuando la preparación esté fría o a temperatura ambiente. 

La constancia supondrá mayor adherencia y mejores efectos, y con ella llegarán los resultados reales a medio plazo. No obstante, el niño debería empezar a sentirse mejor desde los primeros días, especialmente si ya cuenta con buenos hábitos de alimentación y actividad. Este producto aporta nutrientes que favorecen directamente la salud del niño, regulando de forma positiva la actividad del sistema inmune, fortaleciendo y ayudando al niño a afrontar mejor las situaciones del día a día sin caer enfermo.