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El intestino es nuestro segundo cerebro… ¿Eso dicen verdad? Cuántas veces habremos escuchado esta frase sin saber exactamente qué significa.
Alteraciones digestivas como la hinchazón abdominal, la pesadez o los gases están a la orden del día y tenemos tanta información disponible que no sabemos qué hacer para empezar a mejorar nuestras digestiones.
El empoderamiento de la salud empieza por obtener información veraz y de calidad. No se trata de recolectar información a más no poder, sino de leer y reflexionar por uno mismo. Para entender cómo funciona tu cuerpo no necesitas ser médico o nutricionista, basta con volver años atrás, al colegio, y repasar aquello que aprendimos en ciencias naturales.
Hoy no hablaremos de probióticos, de super alimentos o de trucos mágicos, sino que el objetivo de hoy es el aprendizaje.
En el intestino delgado absorberemos la mayoría de los nutrientes con la ayuda de nuestras bacterias intestinales, nuestras grandes aliadas. En nuestro intestino habitan una gran cantidad de bacterias, tenemos la misma cantidad de bacterias que células humanas aproximadamente (1). Y no solamente bacterias, también compartimos nuestro cuerpo con virus, hongos, parásitos y arqueas que, si conviven en equilibrio, nos ayudarán también a digerir correctamente y potenciarán nuestro sistema inmunitario, además de sintetizar otras vitaminas como las vitaminas B, esenciales para múltiples procesos fisiológicos.
Finalmente en el colon se fabrica la vitamina K, se absorbe agua y minerales esenciales hasta que, gracias al complejo motor migratorio (nuestro sistema de evacuación), conseguiremos expulsar la materia fecal una vez hayamos absorbido todos aquellos nutrientes esenciales. Para el buen funcionamiento de este sistema, será clave consumir suficiente agua, fibra, magnesio, realizar ayuno intermitente y espaciar las comidas al menos cuatro horas. ¡Recuerda que ir al baño cada mañana es un signo de buena salud!
1. Introducción a la salud intestinal
El proceso digestivo empieza en la boca, en la masticación y en la liberación de ciertas moléculas llamadas enzimas que nuestro cuerpo pone a nuestra disposición para poder digerir mejor los nutrientes. Junto a la masticación, estas moléculas ayudan a cortar en trocitos muy pequeños aquellos alimentos que comemos, para así poderlos absorber correctamente extrayendo además vitaminas y minerales. Este es un punto importante, ya que si desde el inicio no masticamos suficiente, nuestro cuerpo tendrá que hacer el doble de esfuerzo para poder digerirlo. Es por eso que masticar de 20 a 30 veces antes de comer es uno de los puntos más importantes en la digestión. En el estómago, gracias al ambiente extremadamente ácido, secretamos ácido clorhídrico y más enzimas digestivas para conseguir digerir las proteínas. El estrés, infecciones por Helicobacter Pylori, la gastritis o abusar de medicamentos como Omeprazol puede interferir en este proceso, ya que si el estómago no es suficientemente ácido, tendremos problemas a la hora de digerir la comida, especialmente alimentos crudos y carnes. Por esa razón no será buena idea comer estresado o enfadado, pues probablemente tendremos una peor digestión. Alimentos como la pulpa de aloe vera, la papaya, la piña, el limón o la manzanilla pueden ser unos buenos aliados si tenemos digestiones lentas.
En el intestino delgado absorberemos la mayoría de los nutrientes con la ayuda de nuestras bacterias intestinales, nuestras grandes aliadas. En nuestro intestino habitan una gran cantidad de bacterias, tenemos la misma cantidad de bacterias que células humanas aproximadamente (1). Y no solamente bacterias, también compartimos nuestro cuerpo con virus, hongos, parásitos y arqueas que, si conviven en equilibrio, nos ayudarán también a digerir correctamente y potenciarán nuestro sistema inmunitario, además de sintetizar otras vitaminas como las vitaminas B, esenciales para múltiples procesos fisiológicos.
2. ¿Cuáles son las causas que alteran la salud intestinal?
Junto con nuestras bacterias, la bilis producida en el hígado, el páncreas y las células intestinales secretarán más enzimas esenciales para absorber nutrientes. Es por eso que es importante mantener un hígado saludable para tener una correcta digestión: estar en un porcentaje de grasa saludable, hacer deporte con regularidad y evitar sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco te ayudará a cuidar de tu hígado. Consumir demasiada agua (más de un vaso) junto con la comida o abusar de cereales como el trigo puede inhibir la acción de estas enzimas causando problemas de hinchazón, gases, distensión abdominal o reflujo. La suplementación con enzimas digestivas es una opción muy interesante a la hora de apoyar a tu sistema digestivo, especialmente en comidas copiosas, que sufrimos de reflujo o gases después de comer.
Finalmente en el colon se fabrica la vitamina K, se absorbe agua y minerales esenciales hasta que, gracias al complejo motor migratorio (nuestro sistema de evacuación), conseguiremos expulsar la materia fecal una vez hayamos absorbido todos aquellos nutrientes esenciales. Para el buen funcionamiento de este sistema, será clave consumir suficiente agua, fibra, magnesio, realizar ayuno intermitente y espaciar las comidas al menos cuatro horas. ¡Recuerda que ir al baño cada mañana es un signo de buena salud!
Immunity Booster
En el próximo post, hablaremos más específicamente de la microbiota y por qué es tan importante para mantener un sistema inmunitario fuerte y un óptimo estado de salud. Bibliografía 1- Sender, R et al. Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. Doi: https://doi.org/10.1101/036103