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Tiempo de lectura: 6 min En el ámbito de la nutrición cada vez hay más defensores y detractores del uso de suplementos. Por un lado, están los que defienden que suplementarse es imprescindible para la vida moderna y, por otro, quienes lo rechazan por no considerarlos necesarios ya que nuestros antepasados no los han necesitado y por ende nosotros tampoco. Por lo tanto, ¿necesito suplementarme? Dejando de lado posturas extremas al respecto, si hacemos hincapié en las necesidades individuales, analizamos el contexto de la persona, sus circunstancias actuales, su estilo de vida, en definitiva, si tenemos en cuenta varios factores, veremos que suplementarse probablemente sea más necesario de lo que mucha gente cree y no tan imprescindible como muchos otros abogan.

1. Suplementación, ¿sí o no?

Si buscas la palabra suplementar en el diccionario encuentras la siguiente definición “añadir un complemento a una cosa para hacerla mejor, más completa, efectiva o perfecta”. Por lo tanto, si tenemos claro que suplementarse no es aportar nutrientes, es decir, no es una dieta si no una herramienta que nos puede ayudar a que los nutrientes que aportamos mediante los alimentos sean más efectivos, más completos o simplemente que con ellos podamos facilitar la capacidad de absorción, parece razonable su recomendación para optimizar nuestra salud. El tipo de alimentación, nuestro estilo de vida así como factores externos a nosotros van a determinar si es necesario recurrir a la suplementación en determinadas épocas del año, en nuestro día a día o si, por el contrario, no la necesitamos. Esto último sería lo más probable si nuestra alimentación fuese perfecta, nuestro estilo de vida idílico y el entorno inmejorable. También hemos de tener en cuenta de donde provienen los alimentos que consumimos ya que la mayoría de productos que nos encontramos en los supermercados provienen de la agricultura intensiva, el suelo es mucho más pobre y estos alimentos tienen muchas menos vitaminas, minerales y fitonutrientes de lo que deberían. Por lo que muchas veces no es fácil llegar a los mínimos requeridos en cuanto a micronutrientes. Los micronutrientes son sustancias que no aportan energía, como sí lo hacen los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) pero son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Su función principal es hacer posible muchas reacciones químicas que ocurren en el cuerpo.

1.1. La salud

Cuando hablamos de salud no sólo hablamos de alimentación, hablamos de múltiples factores que pueden condicionar que nuestro bienestar se vea alterado. Te pongo un ejemplo, un despido laboral, en principio, no tiene nada que ver con nuestro organismo pero afecta negativamente a nuestra salud mucho más de lo que pensamos. Puede alterar nuestro sistema hormonal de tal forma que nuestro sueño se vea afectado, suframos de ansiedad o afecte a nuestro sistema digestivo mermando su capacidad de absorción y digestión. Los suplementos nos pueden ayudar a restaurar el equilibrio en muchas ocasiones, pero hablar de suplementar por suplementar sin tener en cuenta lo básico no tiene mucho sentido, empieza por lo esencial:
  • Cuida tu alimentación, que sea equilibrada y con el aporte suficiente de frutas y vegetales.
  • Duerme lo suficiente, descansa. Busca la exposición diaria al sol.
  • Aprende a manejar el estrés.
  • Realiza ejercicio físico de manera constante.
  • Mantén una buena hidratación.
necesito suplementarme Antes de suplementarte asegúrate de que estás haciendo todo lo necesario para mejorar tus hábitos diarios y si aun así crees que necesitas suplementarte, puedes acudir a un profesional para que te guíe. Los suplementos no se deben tomar a la ligera, hay que escoger los adecuados y asegurarnos bien de la calidad de su composición. Más no significa mejor y esto no quiere decir que sean perjudiciales o dañinos, sino que cuando es necesario tomarlos no hay por qué evitarlos.

2. 5 motivos por los que podrías necesitarlo

Ahora que ya sabemos que el estilo de vida moderno y la alimentación industrial pueden generarnos carencias nutricionales, es hora de valorar si realmente necesitamos suplementarnos o no. Veamos algunos casos en los que la suplementación nos aporta un “plus” a nuestra salud no siendo obligatorio su uso pero sí muy recomendable, y otros en los que es vital e imprescindible su aporte para el correcto funcionamiento del organismo.

1. Estrés

Vivimos en una sociedad en la que el estrés está a la orden del día. El ritmo de vida que llevamos nos conduce con frecuencia a vivir de manera acelerada, le exigimos al cuerpo que viva por encima de sus posibilidades a través del sobreesfuerzo y lo peor de todo es que, en muchas ocasiones, no somos conscientes de ello hasta que el cuerpo nos empieza a enviar señales de que algo no va bien, es entonces cuando aparecen los síntomas y nos sentimos enfermos. No es necesario llegar a esta situación para tomar cartas en el asunto, si no paras desde que te levantas hasta que te acuestas, si te cuesta conciliar el sueño y te levantas cansado/a puedes recurrir a suplementos que reducen tus niveles de estrés y te ayuden a conciliar el sueño. El gaba o la ashwandha, por ejemplo, te ayudan a combatir la ansiedad, mientras que la melatonina o el magnesio a conciliar el sueño gracias al impulso de la relajación del sistema nervioso.

2. Agotamiento

Si muchas veces llegas a casa agotado/a pero no descansas lo suficiente y por las mañanas te cuesta levantarte, te sientes cansado/a física y mentalmente, necesitas ese chute diario de cafeína para despertarte, suplementos como la mucuna pruriens, la L-carnitina o la L-tirosina te ayudaran a mejorar la capacidad cognitiva y los niveles de energía. No te olvides de lo importante que es la buena alimentación, aportar los nutrientes necesarios para darle al cuerpo esa energía que tanto necesita.

3. Luz solar

Muchos de nosotros solo vemos la luz del sol desde la ventana. Nos levantamos y nos vamos corriendo al trabajo. Si pasas muchas horas en un espacio cerrado sin posibilidad de estar en contacto directo con la luz solar puede que tus niveles de vitamina D no sean los óptimos. Esta vitamina tiene una función reguladora en la homeostasis del calcio y del fósforo pero además tiene un papel relevante en la modulación de la respuesta del sistema inmune, muy importante en tiempos de la COVID-19 ;). Se recomienda una exposición diaria al sol de unos 20-30 minutos y a poder ser por las mañanas y aun así hay estudios que señalan la deficiencia de vitamina D en la población española (1). Comprueba en una analítica tus valores de 1,25-OH vitamina D para saber si necesitas suplementarte, probablemente sí.

4. Falta de Vitamina B12

Si sigues una dieta vegetariana o vegana corres el riesgo de desarrollar una deficiencia de vitamina B12 debido a su escasa ingesta. Esta vitamina se encuentra en alimentos de origen animal, carne, pescado, huevos y lácteos. Generalmente no está presente en los alimentos vegetales. Algunos cereales fortificados y productos nutricionales de levadura también contienen B12. Esta vitamina es importante para el metabolismo de proteínas, ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central. Las personas que siguen este tipo de dietas deben suplementarse (2).

5. Ácido fólico

Si eres mujer y estás pensando en quedarte embarazada, la ingesta de ácido fólico antes y durante el embarazo es fundamental para un adecuado desarrollo fetal y placentario. Su deficiencia puede inducir patologías fetales, como la espina bífida. La principal causa de esta malformación es la falta de ácido fólico en la madre, previo al embarazo y durante los 3 primeros meses de gestación (3). Se debe comenzar a suplementar con esta vitamina unas 10-8 semanas previas al embarazo y durante el mismo. Consulta siempre a tu médico sobre las dosis indicadas.

Wake Up Mood

QUIERO VERLO

Como ves, no todos tenemos las mismas necesidades y no todos estamos bajo las mismas circunstancias. No te dejes llevar por modas ni por todo lo que digan las redes sociales o Internet, porque puedes caer en una suplementación excesiva. Es muy fácil cuando hay tanta variedad de productos en el mercado. Si decides tomar algún suplemento hazlo con criterio. ¡Entiende porque lo haces y para qué lo haces! Bibliografía 1- Vitamin D deficiency in Spanish population. Importance of egg on nutritional improvement Rodríguez-Rodríguez E, Aparicio Vizuete A, Sánchez-Rodríguez P, Lorenzo Mora AM, López-Sobaler AM, Ortega RM. 2019. 2- Roman Pawlak , Scott James Parrott, Sudha Raj, Diana Cullum-Dugan, Debbie Lucus. How prevalent is vitamin B (12) deficiency among vegetarians? 2013. 3- Erika Castaño y col. Rev Chil Pediatr. Folate and Pregnancy, current concepts: It is required folic acid supplementation.2017.