Guía de supervivencia para unas vacaciones saludables

Tiempo de lectura: 5 min Tras mucho tiempo esperando estas fechas, puede que te “incomode” o incluso tengas cierto miedo a salir de tu día a día y que te supere ese pequeño “descontrol”. Ante todo, ten claro que cierto descontrol en tu día a día no tiene por qué a boicotear los resultados conseguidos, sino todo lo contrario si has logrado interiorizar el concepto: salud integral. Cuando se aprende a gestionar y a “surfear” las circunstancias de tu vida, aprendes a identificar los momentos en los que tu cuerpo necesita una pausa y disfrutar. Te propongo a continuación una serie de herramientas para mantener tu bienestar ¡disfrutando de estos días navideños sin privarte!

1. Los beneficios del descontrol

Muchas veces retamos nuestra mente o nuestro cuerpo para la consecución de un objetivo o para la implementación de un hábito de tal forma que, sin apenas darnos cuenta conducimos a nuestro organismo y en especial a nuestro sistema nervioso e inmunitario a un permanente estado de alerta. Tienes la mente trabajando 24/7 con miedo a que un pequeño descuadre de tus planes desenfoque el objetivo marcado. Esto no solo es mentalmente agotador, sino que tiene su impacto fisiológico. El sistema inmunitario tiene prioridad en nuestra supervivencia, éste se encarga de informar al cerebro si el organismo se encuentra o no en condiciones para afrontar un cambio. ¿Cómo le informa? Disparando sus propios mecanismos de defensa, los más frecuentes son: inducción a un estado depresivo, bajan los niveles de energía o nos pide comer azúcar (principal combustible cuando nos encontramos en estado de alerta). Por tanto, antes de llevar tu objetivo al extremo, aporta la calma adecuada a tus sistema nervioso para que tu sistema inmunitario te permita el cambio. Nada mejor para eso, que unas merecidas vacaciones.

1.1. ¡Recarga pilas estas Navidades!

Estas son algunas de las prácticas que pueden ayudarte a aportar calma y a recargar las pilas para el cambio. Empieza por las que te sean más fáciles, con las que resuenen con tu estilo de vida y, poco a poco, verás cómo las ganas de integrar el resto vienen de forma orgánica y natural.

• Despeja tu mente. ​Parece sencillo, pero es realmente efectivo y en ocasiones no tan fácil como pensamos. Sal de tu rutina diaria. Esa desconexión consciente para reconectar contigo y replantearte tu objetivo.
• Desestresa tu físico. Descansa durante estos días y reserva un espacio para el movimiento consciente. Camina, lleva una vida activa y disfruta de poder moverte, de tener salud para ello. Puedes hacer sesiones de pesas, cardio, cualquier disciplina deportiva que te guste.
• Disfruta. Disfruta de tus planes, de tu familia y amigos. Aprovecha estos días para darte algún capricho, más adelante te explicamos cómo hacerlo de forma equilibrada.

2. 7 consejos para unas vacaciones saludables

• Aprende a disfrutar de no hacer NADA

La sociedad actual nos reduce cada día a piezas de producción. Somos los únicos animales “ocupados” las 24 horas del día. Llevamos ese chip tan integrado que aun en momentos en los que no tenemos nada que hacer nos complicamos los minutos con nuevas tareas, nuevos cursos que nunca utilizaremos...huyendo de nuestra mente. Esa desconexión con la vida y con nuestro interior es fruto en muchas ocasiones de ese afán por estar siempre ocupados y trabajando. Sin dar espacio a simplemente observar. Ser y estar.

• Antes de una comida copiosa

Uno de los principales errores es pensar que como vamos a cenar mucho, es mejor no desayunar ni comer o decidimos comer muy poco. Esto es un error. Lo único que consigues es incrementar la ingesta, provocar ansiedad y perder el control. Potencia en el resto de comidas, los vegetales y proteínas​. Las comidas en eventos suelen ser ricas en hidratos de carbono y grasas, introducir proteína a lo largo del día va a calmar tu apetito. ¡No apartes la proteína de tu alimentación!

• Después de una comida copiosa

Escucha tu cuerpo al día siguiente, si has bebido y comido mucho, lo más probable es que tu cuerpo esté saturado y que no te pida comida. No comas por comer, aprovecha e introduce ​tés depurativos, caldos calentitos y zumo de limón con agua templada. Siempre que puedas elige caldos, purés, cremas, gazpachos caseros, etc. El efecto saciante es mayor y te ayudará a depurar y equilibrar el organismo. Lo normal es que nos sintamos un poco hinchados tras salir de tu día a día. No desesperes, es normal. En la mayoría de los casos se trata de ​retención de líquidos​. No temas, ¡no vas a coger grasa en una comida!

• Bebidas

Bebidas alcohólicas: ya sabes que la clave del éxito es la moderación. No empieces la comida/cena bebiendo alcohol en ayunas, el cuerpo lo utilizará en primer lugar como fuente de energía y la comida se almacenará fácilmente en forma de grasa. No comas y bebas sin control: ​si vas a un sitio en el que la comida merece especialmente la pena, es preferible que moderes más tu ingesta de alcohol. Alternativas saludables:

1. Ve ​alterando​ el agua con bebidas alcohólicas, evitarás beber más de la cuenta o bebe agua con gas y ​benefíciate de su efecto saciante. Sus carbonatos promueven la regulación de la acidez de la sangre que suele aparecer cuando nos excedemos. Otra opción es que la mezcles con un vino blanco seco o Martini.
2. Evita mezclas​ con coca-cola, fanta, te hinchan y disparará tu ingesta de azúcar.
3. ¿Cuáles son las mejores?: mi recomendación es que bebas lo que bebas, no superes las dos copas de alcohol durante la comida. Las mejores opciones son: Cava o Champagne brut nature, el vino blanco seco (como el verdejo), el vino tinto y la sidra natural.

• Dulces

Ya sean polvorones, chocolate, churros, turrones, torrijas o cualquier otro capricho típico de las fiestas, intenta ​buscar las alternativas más saludables, siempre las hay. Encontrarás millones de recetas saludables que nada tienen que envidiar a la clásica repostería industrial. En todo caso, cuando te apetezca un capricho, ¡dátelo! ​Cómelo a trocitos, mastícalos despacio, saborea y se consciente de lo bueno que está. Pero lo más importante de todo, ¡no te sientas culpable!

• ¡Muévete!

Es normal que en estas fechas bajemos un poco el ritmo, ¡pero no tires todo por la borda! Tenlo en cuenta para intentar minimizar los efectos que pueda tener. Busca un rato para moverte un poco más ese día, sal 20-30 minutos a pasear con tu perro, familia o amigos. Propón planes que impliquen algo de movimiento, cualquier actividad que te divierta y apenas sin darte cuenta te ejercite.

• Y ahora...olvida todo lo que te he contado

Puedes poner en práctica las cuestiones que te he propuesto pero no olvides dejar de lado el exceso de control, tienes todo el año para controlar, para seguir un horario, una estructura. Disfruta de un poco de descontrol y verás como tu propio cuerpo, de forma orgánica e inteligente te acompaña en lo que le propongas, desde el autocuidado no desde una forzada auto-imposición ;)