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La ciencia que estudia el comportamiento humano y animal, también llamada etología, nos da la respuesta.
La atracción es un tema complejo, a la vez que interesante, que ha fascinado a muchos psicólogos desde hace bastantes años. Se ven
implícitos varios y diversos factores en el hecho de que nos atraigan una personas y no otras, como aspectos emocionales, biológicos, culturales, etc. Hoy averiguamos qué dice la etología sobre ello.
Factores biológicos relacionados con el aspecto físico
Para empezar, mencionaré algunos factores biológicos, relacionados con el aspecto físico, que pueden influir en el hecho de que nos parezca o no atractiva una persona. Algunos de ellos son los siguientes:
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Simetría corporal y facial. Indica salud, resistencia a parásitos y ausencia de enfermedades durante el desarrollo.
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Promedio facial. Suelen considerarse atractivos los rasgos faciales que se parezcan al promedio de la población, ya que cuando son extremos o muy diferentes m¡podrían indicar malos genes.
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Buena complexión y limpieza. Aporta información sobre la salud y eficacia biológica de la persona.
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Mujeres con cintura estrecha y pechos grandes. Indica índices de fertilidad mayores, salud y ausencia de embarazo. Se consideran rasgos atractivos en mujeres.
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Hombres con rasgos masculinos y voz grave. Mentón prominente, pómulos marcados, cara simétrica, hombros anchos y caderas estrechas. Son rasgos que acostumbran a resultar más atractivos en hombres y que indican altos niveles de testosterona y buena salud.
Cabe destacar que los aspectos mencionados anteriormente son aspectos que la etología, tras estudiarlos, considera importantes al comprobar que están relacionados con la selección natural y biológica. Sin embargo, quedarnos con esto puede ser demasiado simplista, ya que la belleza y el atractivo depende de muchos otros factores, como la subjetividad de cada persona, aspectos culturales y sociales, etc. Aun así, es una visión interesante a tener en cuenta a nivel evolutivo.
Otro dato interesante que se ha visto en parejas, tanto a corto como largo plazo, es que suelen tener aproximadamente el mismo nivel de atractivo físico, mientas que la compatibilidad en valores, ideología o personalidad, entre otros, correlaciona más bien con parejas a largo plazo.
Teorías que no tienen en cuenta aspectos físicos
Existen otras teorías que explican por qué nos atrae quien nos atrae, esta vez, sin tener en cuenta aspectos físicos.
Teoría de la proximidad
El hecho de que la otra persona se sitúe próxima a nosotros físicamente puede facilitar la atracción, ya que hay más oportunidades de que haya un acercamiento o contacto. Por otro lado, influye también el “efecto de la mera exposición” definido por el psicólogo Zajón, el cual afirma que, simplemente por el hecho de habituarnos y exponernos a un estímulo, este puede pasar de ser neutro a positivo. Lo mismo pasaría entonces con las personas. El repetido contacto o familiaridad con la otra persona podría acabar facilitando la atracción. Hoy en día, el contacto constante a través de las redes sociales, que puede tenerse a pesar de la distancia física, puede facilitar también ese acercamiento o atracción.
Teoría de la similitud
Nos sentimos atraídos por personas que percibimos similares a nosotros mismos en diferentes aspectos como la personalidad, estilo de vida, hobbies, gustos. Sentimos que encajamos y, al buscar personas que compartan estos mismos valores, sentimos atracción hacia ellas.
Teoría de la complementariedad
Nos sentimos atraídos por personas que son contrarias a nosotros en determinados aspectos. Esta teoría daría respuesta a la tan conocida frase de “los polos opuestos se atraen”. El objetivo de esta atracción es formar una especie de balanza. Por esta razón, son muy comunes las parejas donde una persona es muy extrovertida y la otra, en cambio, bastante introvertida.
Teoría de la reciprocidad
Cuando vemos que es mutuo, nos sentimos atraídos por personas que también se sienten atraídas por nosotros. Como cuando nos dicen que caemos bien a alguien, de forma casi automática nosotros sentimos una especie de conexión especial o reciprocidad hacia esa persona.
Teoría de la auto revelación
El hecho de revelar aspectos íntimos aumenta la conexión, intimidad y atracción hacia la otra persona. Crea un clima idóneo para la conexión.
Teoría de la excitación
Que las personas implicadas pasen por una misma situación de peligro, excitación o adrenalina, puede facilitar un clima de conexión especial para que surja la atracción.
Otras características socialmente valoradas
Además, existen otras características que la ciencia ha comprobado
que se consideran atractivas y socialmente valoradas en las personas. Algunos ejemplos son:
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Ser sincero, honesto, comprensivo, leal y digno de confianza, según un estudió que realizó Anderson en 1968.
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Ser afectuoso, amigable y feliz, sonreír, mirar con atención y expresar emociones, mostrar agrado por las personas y poseer habilidades sociales e inteligencia, mostrándolo a partir de conversaciones interesantes. Según el estudio de Lydon y otros colaboradores, realizado en 1988.
Conductas que utilizamos para atraer
¿Y sobre las conductas
que utilizamos los seres humanos para atraer a alguien o flirtear
? ¿Qué dice la etología sobre esto? ¿Hay algunas más efectivas
que otras? ¿Cuáles solemos utilizar?
Pues bien, lo que dice la etología es que, durante el cortejo o flirteo, las conductas y el lenguaje verbal y no verbal más efectivo y eficaz a nivel biológico es el siguiente:
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Hacer contacto visual, mantener la mirada, guiñar los ojos o parpadear rápido
- Sonreír y reír
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Tener contacto físico con el otro durante la conversación: tocar manos y brazos
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Ofrecer detalles o regalos
- Auto contacto
En definitiva, estas serían algunas de las cuestiones que la psicología social y la etología han estudiado y considerado importantes acerca de la atracción humana. Sin duda, son muy interesantes, pero, como se ha mencionado, estos son solo algunos ejemplos. Existen muchos otros vinculados con las decisiones subjetivas y personales, aspectos culturales y sociales, modas, etc.